Los discos SSD (Solid State Drives) y los discos NVMe (Non-Volatile Memory Express) son dos tecnologías de almacenamiento que ofrecen mejoras significativas en comparación con los discos duros tradicionales (HDD) en términos de velocidad, confiabilidad y eficiencia energética. Sin embargo, existen diferencias importante entre ambos.
La principal diferencia radica en la tecnología subyacente y la forma en que se conectan a la placa madre. Los SSD utilizan conexiones SATA (Serial Advanced Technology Attachment), mientras que los discos NVMe utilizan el protocolo NVMe a través de una conexión PCIe (Peripheral Component Interconnect Express). Esta última es mucho más rápida y eficiente en términos de ancho de banda.
Los discos NVMe son considerablemente más rápidos que los SSD tradicionales. Debido a la interfaz PCIe, los NVMe pueden alcanzar velocidades de lectura y escritura significativamente más altas, lo que resulta en una respuesta más rápida y tiempos de carga más cortos para aplicaciones y archivos. También tienen los NVMe una latencia mucho menor, lo que significa que pueden acceder a los datos más rápidamente. Esto es algo a valorar si necesitas una alta velocidad de carga de tu web.