Qué debes saber antes de usar un tema hijo en WordPress

Si usas WordPress y estás pensando en personalizar el diseño de tu web, seguro que has oído hablar del tema hijo. Es una de esas cosas que parecen técnicas, pero que en realidad pueden ayudarte mucho a evitar errores.

Un tema hijo es la forma más segura de hacer cambios en tu plantilla sin miedo a perderlos cuando se actualiza el tema original. Y aunque no siempre es obligatorio usarlo, sí que conviene saber bien cuándo sí lo necesitas y cómo se crea correctamente.

En esta guía te contamos qué es un tema hijo en WordPress, cómo se hace (sin liarse demasiado) y qué ventajas o problemas puedes encontrarte al usarlo. Todo explicado de forma sencilla, para que lo entiendas aunque no seas desarrollador.

Tabla de Contenidos:

Qué es un tema hijo en WordPress

Cuando instalas un tema de WordPress, es como elegir la planta de una casa. Puedes mover muebles (cambiar colores o fuentes desde el Personalizador), pero ¿qué pasa si quieres tirar tabiques o cambiar la distribución? Ahí necesitas un tema hijo.

En términos simples:

• Tema Padre: La base de tu web (se actualiza sin aviso).
• Tema Hijo: Tus personalizaciones (quedan guardadas para siempre).

¿Cómo funciona?

El tema hijo hereda todo del padre (diseño, funciones, estilos), pero tus cambios tienen prioridad. Es como tener un filtro mágico: WordPress primero mira si hay instrucciones en el tema hijo, y si no, usa las del padre.

Ejemplo real:
Si el tema padre usa botones azules, tú puedes crear un archivo en el tema hijo que diga botones verdes. Aunque el padre se actualice, tu regla del color verde seguirá activa.

¿Para qué sirve exactamente?

• Protege tus cambios cuando el tema se actualice.
• Experimenta sin miedo (si algo falla, desactivas el hijo y listo).
• Personalización avanzada (todo lo que el Personalizador no permite).
• Mantén todo ordenado (tus cambios no se mezclan con el código original).

¿Necesito saber programar?

¡No necesariamente! Aunque algunos ajustes requieren código, puedes:

1. Usar plugins para crear el tema hijo automáticamente.
2. Copiar y pegar solo lo que necesites modificar (como archivos CSS).

Cómo crear un tema hijo paso a paso

Hay dos métodos: manual (para quienes se animan con archivos) y con plugin (sin tocar código). Te explico ambos:

Método 1: Crear un tema hijo manualmente

Recomendado si tienes acceso al panel de tu hosting o FileZilla (no te asustes, es más fácil de lo que parece).

Pasos detallados:

1. Accede a la carpeta de temas

• Ve a wp-content/themes desde tu hosting o cliente FTP (como FileZilla).
• ¿Dónde está esto? En muchos hostings hay un administrador de archivos desde el panel de control. Busca opciones como «Administrador de archivos» o «File Manager».

2. Crea una carpeta para el tema hijo

• Nómbrala igual que el tema padre + «-child». Ejemplos:
  • Si usas Astra → astra-child
  • Si usas GeneratePress → generatepress-child

3. Añade el archivo style.css

• Dentro de la nueva carpeta, crea un archivo de texto y pega esto:

 /*
Theme Name: Astra Child
Template: astra
*/

• ¡Ojo! El nombre después de «Template:» debe ser exactamente igual al nombre de la carpeta del tema padre. Si no, no funcionará.

3. Crea el archivo functions.php

• Abre otro archivo de texto y pega este código:

<?php
function child_theme_styles() {
  wp_enqueue_style( 'parent-style', get_template_directory_uri() . '/style.css' );
}
add_action( 'wp_enqueue_scripts', 'child_theme_styles' );

• Nota: Cambia «child_theme_styles» por un nombre único si quieres (ej: astra_child_styles).

5. Actívalo en WordPress

• Ve a Apariencia → Temas y busca tu tema hijo. Haz clic en «Activar».

Método 2: Usar un plugin (sin código)

Perfecto si prefieres no tocar archivos manualmente.

Recomiendo: WP Child Theme Generator (gratis y sencillo de usar). Sólo es una de las muchas opciones que tienes. Si no te gusta, busca un plugin que se adapte mejor a lo que buscas.

Cómo usarlo:

1. Instala el plugin

• Ve a Plugins → Añadir nuevo → Busca «WP Child Theme Generator» → Instalar y activar.

1. Genera el tema hijo

• Ve a Herramientas → Child Themes → Elige tu tema padre → Haz clic en «Analizar».

1. Personaliza (opcional)

• El plugin te mostrará opciones avanzadas. Si no entiendes algo, ignóralas y haz clic en «Crear tema hijo».

1. ¡Listo!

• El plugin activará automáticamente el tema hijo. Verás una nueva entrada en Apariencia → Temas.

Importante:

• Después de crear el tema hijo, tus cambios siempre deben hacerse en él, no en el tema padre.
• Si usas page builders como Elementor, configura sus ajustes desde el tema hijo para que no se resetee.

Lo bueno y lo malo de usar un children theme

Usar un tema hijo es como tener un seguro para tu web, pero conviene conocer sus pros y contras antes de empezar. Te lo explico sin tecnicismos:

Lo bueno de usar una tema hijo

Tus cambios están a salvo
La razón #1 para usarlo. Cuando el tema padre se actualice (¡y lo hará!), tus personalizaciones seguirán intactas. Es como actualizar tu teléfono sin perder tus fotos.

Experimenta sin romper nada
¿Quieres probar un diseño arriesgado? Con el tema hijo puedes equivocarte, desactivarlo, y tu web volverá al instante a su versión original.

Todo en su sitio
Tus modificaciones van en una carpeta separada. Imagina tener dos cajas: una con los muebles originales (tema padre) y otra con tus rediseños (tema hijo). ¡Nada se mezcla!

No empiezas desde cero
Aprovechas todo lo bueno del tema padre (diseño responsive, optimización, etc.) y solo cambias lo que necesitas. ¡Ahorras horas de trabajo!

Lo malo de usar el tema hijo

Necesitas nociones básicas de código
Para personalizaciones avanzadas (como cambiar cómo se muestran las entradas), es útil saber algo de CSS o PHP. Pero ¡tranquilo! Con plugins como CSS Hero o Elementor puedes hacer mucho sin programar.

Dependes del tema padre
Si el autor del tema original lo abandona o hace cambios radicales, tu tema hijo podría necesitar ajustes. Consejo: Elige temas populares y bien actualizados como Astra o GeneratePress.

Ligera carga extra
WordPress debe leer dos temas en vez de uno. En la práctica, la diferencia es mínima (como 0.2 segundos), pero si tu hosting es lento, podría notarse un poco.

Ventajas	Desventajas
Protege tus personalizaciones frente a actualizaciones	Requiere conocimientos básicos de código
Permite probar cambios sin afectar al tema original	Depende totalmente del tema padre
Facilita la organización de los archivos personalizados	Puede afectar ligeramente al rendimiento
No es necesario crear un tema desde cero	Si el tema padre cambia mucho, puede romper el hijo

4 errores que DEBES evitar

❌ Error: «Se me olvidó activar el tema hijo»
✅ Solución: Después de crearlo, ve siempre a Apariencia → Temas y haz clic en «Activar».

❌ Error: «Edité el tema padre sin querer»
✅ Solución: Usa colores distintos para las carpetas del padre y el hijo. Ejemplo:

• Tema padre: Carpeta azul
• Tema hijo: Carpeta verde

❌ Error: «El tema hijo no carga los estilos»
✅ Solución: Revisa que el functions.php tenga este código exacto (solo cambia «astra» por el nombre de tu tema padre):

❌ Error: «El nombre del Template no coincide»
✅ Solución: En el style.css del tema hijo, el campo Template: debe ser IDÉNTICO al nombre de la carpeta del padre. Ejemplo:

• Si el padre está en /themes/astra, escribe Template: astra

¿Merece la pena usar un tema hijo?

Para la mayoría: ¡SÍ!
Si planeas hacer personalizaciones (aunque sean pequeñas), es la mejor manera de proteger tu trabajo. Los contras son mínimos comparado con el riesgo de perder todo en una actualización.

¿Cuándo evitarlo?

• Si solo usas el editor de WordPress (sin código ni plugins)
• Si cambias de tema cada 3 meses (mejor usa un tema versátil desde el inicio)

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Conclusión

Usar un tema hijo en WordPress es una de las mejores formas de personalizar tu web sin riesgos. Te permite hacer cambios de diseño o funcionalidad sin tocar el tema original, lo que te protege frente a futuras actualizaciones.

No hace falta ser experto para usarlo. Puedes crearlo tú mismo con unos pocos archivos o dejar que un plugin lo haga por ti. En cualquier caso, es una herramienta que te da más control y te ahorra problemas.

Si vas a hacer cambios pequeños desde el personalizador o añadir un par de líneas de CSS, puede que no lo necesites. Pero si planeas tocar archivos, añadir funciones o hacer ajustes duraderos, el tema hijo es la opción más segura.

Tu web estará más protegida, será más fácil de mantener y tendrás la tranquilidad de saber que tus cambios no desaparecerán de un día para otro.