Cuando un usuario entra en tu tienda online decide muy rápido si va a comprar o si se va a marchar. La mayoría de esas decisiones no se toman de forma consciente. Aquí es donde el neuromarketing online ayuda a entender qué ocurre en su mente y cómo influir de forma positiva.
Esta disciplina permite mejorar conversiones sin cambiar el producto ni bajar precios, porque aprovecha cómo el cerebro procesa la información. El usuario necesita claridad, confianza y estímulos que le faciliten elegir. Por eso funcionan mejor las webs sencillas, los precios transparentes y las imágenes que despiertan deseo.